jueves, 6 de mayo de 2010

Caché (Escondido)

Dirección y guión: Michael Haneke.
Países: Francia, Austria, Alemania e Italia.
Año: 2005.
Duración: 115 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Daniel Auteuil (Georges), Juliette Binoche (Anne), Maurice Bénichou (Majid), Annie Girardot (Madre de Georges), Lester Makedonsky (Pierrot), Bernard Le Coq (Editor), Walid Afkir (Hijo de Majid), Daniel Duval (Pierre), Nathalie Richard (Mathilde), Denis Podalydès (Yvon), Aissa Maiga (Chantal).
Producción: Margaret Menegoz y Veit Heiduschka.
Fotografía: Christian Berger.
Montaje: Michael Hudecek y Nadine Muse.
Diseño de producción: Emmanuel De Chauvigny y Christoph Kanter.
Vestuario: Lisy Christl.
Estreno en Francia: 5 Octubre 2005.
Estreno en España: 20 Enero 2006.

Caché (escondido) es un filme del director austriaco Michael Haneke, quien se caracteriza por hacer un cine critico en relación con aspectos de la sociedad contemporánea, inundada en imágenes consumistas que se sitúan al mismo nivel que la propia realidad, aunque de forma manipulada.

Sus películas encierran cierta angustia que hace que el espectador experimente un miedo diferente al que nos tienen acostumbrados los thrillers de hoy en día. Es un pánico a lo desconocido, a lo que nadie ve pero que de alguna forma está ahí siempre amenazando la intimidad de sus protagonistas así como sus pasados más secretos.

Haneke utiliza la violencia en todas sus obras para que el espectador piense y cuestione él mismo cuales son las causas que llevan a la sociedad en la que vivimos a cometer todo tipo de crímenes y brutalidades. Es un cine de lo real, donde la violencia juega un papel fundamental para ubicar el resto del relato, y poder entenderlo, en la medida en que el director lo permite, ya que hay muchos aspectos que en sus películas quedan a la interpretación absoluta de quien las ve.

Caché (Escondido) sigue esa misma línea de provocación, intriga y suposiciones. Ganadora de los premios del Festival de Cine de Cannes a la mejor dirección, y el premio FIPRESCI; Caché se hizo además con los galardones a mejor película y mejor director entre otros en los Premios del Cine Europeo. Para muchos, película estrella de Haneke, que reúne todos los requisitos para disfrutar sintiendo a la misma vez repulsión por lo sucedido en la historia. Es una película que atrapa al espectador en numerosas conjeturas, ninguna posteriormente resuelta.

El film recoge la historia de una familia que recibe dibujos escabrosos y cintas de vídeo con grabaciones del exterior de la casa donde viven, además de otros lugares a los que ha de acudir el protagonista. Una atmosfera que esconde continuas pistas que llevaran a Georges, periodista de prestigio y padre de familia, a sospechar sobre la posible conexión existente entre las cintas y un suceso desafortunado que él mismo provocó de pequeño. En el trascurso de la historia, la familia se va desuniendo y los problemas de desconfianza hacen que el matrimonio caiga en una profunda crisis mientras tratan de averiguar por todos los medios quién o qué les está destrozando sus vidas.

La elección de ver sin mirar

Caché desde su comienzo nos pone en situación mediante un plano fijo de larga duración donde podemos ver qué cosas están sucediendo frente a la fachada de la casa en cuestión. Simula lo que se esconde en la sombra para no ser visto y que controla la vida de los personajes, haciéndoles reaccionar saliendo de lo cotidiano para adentrarse en la búsqueda de la amenaza. El film pasa de espacios cerrados (zonas del hogar familiar que simbolizan lo seguro y la tranquilidad) a espacios exteriores que ponen en peligro todo lo que les rodea (la mirada ajenas de aquel que espía y desde donde se toman las grabaciones).

La interpretación de quienes luchan por salir adelante, Daniel Auteuil y Juliette Binoche, consigue que la historia cobre un realismo expectante. Los diálogos cargados de angustia y temor, las miradas cómplices y/o desconfiadas, los silencios, etc. ayudan a ello.

Georges, representa la conciencia de culpabilidad que la sociedad europea actual vive, y de la cual no somos conscientes. Una sociedad sometida al control de los medios de comunicación, y a su representación del mundo mediante imágenes que se suceden unas tras otras sin ser analizadas ni cuestionadas. Una cara del mundo, la de los “acomodados” según llama Haneke, se muestra pasiva ante imágenes manipuladas de un mundo pobre, el cual vemos muy lejano, y desde donde nos llegan a nuestras pantallas acciones violentas tratadas de forma espectacular, que han sido previamente seleccionadas para vendérnosla como el pan de cada día. Esa pasividad ante las incoherencias del mundo y nuestra mirada hacia otro lado, es lo que critica el director en Caché.

La sociedad actual huye de la mala conciencia sin hacerle frente, y los medios tienen mucho que ver. La forma en la que tratan los sucesos del otro mundo “lejano” provoca en nosotros una insensibilización que crece a medida que pasa el tiempo.

La película tiene como fin que busquemos respuestas a preguntas formuladas desde el más sincero temor a que todos, nos convirtamos en meros espectadores de una realidad que creemos ajena a nosotros, pero que está ahí, y que es más cruda que cualquier imagen violenta que se pueda preciar en cine. Muestra además, una sociedad que tiene miedos, que anulan nuestra capacidad de decisión, y esos miedos nos vienen impartidos por una concepción del mundo creada por los poderosos medios de comunicación, tan inofensivos a la vista de muchos.

Los protagonistas de Caché se enfrentan así a elegir; somos seres morales, y como tales, tenemos la capacidad de decidir entre una cosa u otra. Georges elige actuar de una forma determinada que lleva a la desgracia de otros, y que seguramente, de haber elegido la otra opción, se hubiese podido evitar.

La película deja a inspiración de cada cual su interpretación, y la resolución de las dudas planteadas, pero siempre quedan hilos sueltos que desconciertan al espectador. Nos podemos plantear una vez visionada la obra, que lo menos importante es el hecho de averiguar quién graba esas cintas, sino más bien, de cómo este suceso despierta a la pareja de protagonistas y los lleva a la búsqueda incesante de algo que no pueden ver pero que está presente. Tal y como los medios hacen mella en nosotros casi sin darnos cuenta.