miércoles, 7 de abril de 2010

MOON

Titulo original: Moon

Titulo hispano: En La Luna

Genero: Ciencia ficción, drama, misterio

Temática:Espacio, Robots/Androides, visiones, locura, muerte, misterio.

País: Reino Unido.

Duración: 97 Minutos

Año: 2009

Director: Duncan Jones

Guión: Nathan Parker y Duncan Jones.

Intérpretes: Benedict Wong, Kaya Scodelario, Malcolm Stewart,Matt Berry,Robin Chalk y Sam Rockweel.

Productor:Stuart Fenegan, Nicky Moss y Trudie Styler.

Música: Clint Mansell

Fotografía:Gary Shaw

Montaje:Nicolas Gaster

Estudio: Liberty Films UK, Sony Pictures Releasing.

Fecha de estreno España: 09 de Octubre 2009/ Estados Unidos: 12 de Junio 2009/ Reino Unido: 17 de Julio 2009

Moon ha sido una película fruto de un director amante de la ciencia ficción, Duncan Jones, que a pesar de no contener los efectos especiales que acostumbra el genero, su trama junto a los recursos que utiliza, han sido la causa de que el hijo del cantante David Bowie sea conocido en el mundo del cine.

Dominada a numerosos y diversos premios, así como ganadora de algunos como el premio BAFTA (British Academy of Film and Television Arts) en 2010; Moon no es considerada una película comercial, la cual esté hecha para públicos ansiosos de visionar efectos especiales que le dejen pegado a la silla. Se trata de un film independiente, con un ajustado presupuesto, pero que gracias a su buena producción ya es considerada por muchos una obra inteligente que invita a la reflexión de valores esenciales del ser humano.

Moon nos sitúa en las últimas dos semanas de misión espacial de Sam Bell. Un astronauta que es enviado por tres años a una base lunar para extraer Helio 3, un gas energético descubierto en la luna necesario para reducir los efectos negativos derivados de la crisis en la Tierra.

Su trabajo lo llevará a cabo acompañado de un robot llamado Gherty que le ayudará además de en el control de sus tareas, a amenizar su estancia a la espera de que los días pasen rápidamente para reunirse con su mujer e hija.

Pero será precisamente en los últimos días de su hospedaje en la nave, cuando tras sufrir un accidente en una de sus salidas al exterior, Sam se de cuenta de que no sólo le acompaña Gherty en su viaje.

Si se puede imaginar, se puede programar

En una época donde una impactante puesta en escena es casi esencial para captar a más público y así ampliar las posibilidades de éxito, Moon se revela como todo lo contrario. Espacios blancos pertenecientes a unos interiores decorados esquemáticamente creando una atmósfera vacía y deshumanizada; que se complementa con otro espacio exterior oscuro, solitario y amenazante. Es lo único necesario para el desarrollo de los acontecimientos. No te pierde en grandes decorados para dejar que te centres en lo verdaderamente importante, la crítica que subyace a todo.

No sin dejar atrás al único personaje que nos mantiene con la vista pegada a la pantalla, Sam Bell y sus monólogos que predominan sobre los diálogos con el robot, que nos hacen participe de sus pensamientos.

El film se nos recuerda a otras películas como 2001 Odisea en el espacio, Alien, Blade Runner, entre otras. El propio director ha afirmado que fueron influyentes en su trabajo. Pero aparte, hay una que aunque no siga su misma tónica, sí comparte ese deseo del personaje por sobrevivir en un espacio ajeno con el fin de regresar a casa. Hablo de Naufrago y de cómo una persona se aferra a sus recuerdos para salir adelante.

Las lecturas que se pueden hacer de esta película son muchas, pero sin duda todas estarían relacionadas y orientadas hacia una crítica del mundo en el que vivimos y nosotros mismos estamos construyendo. Un mundo donde el ser como individuo adquiere cada vez mayor importancia al igual que su relación con la tecnología, de la que nos valemos y nos apoyamos para mejorar nuestra calidad de vida. Pero ese mundo es una paradoja, pues a la vez que se apuesta por la individualización nos comportamos de forma parecida y adquirimos hábitos idénticos. Es un consumo extremo en el que estamos insertos.

Ante la polémica de si la ciencia y sus pasos vertiginosos más que aportar están destruyendo nuestra concepción de la vida, surge Moon. Perdemos nuestra propia identidad, así como en la película el personaje engañado cree estar seguro de quien es hasta que descubre que la libertad de la que creía que gozaba está marcada por un plan previamente concebido.

Se trata de una deshumanización, donde la técnica va desplazando al hombre, permitido por él mismo, hasta que se va de las manos, siendo la tecnología la triunfante. Lo único de lo que carecería la ciencia, y que sí contiene el hombre, son los sentimientos.

Por ello, San Bell es controlado a través de sus sentimientos, que es la única fuerza capaz de mantener tranquilo el espíritu de un individuo así como de revolucionarlo. Queda así reflejado el debate que actualmente vivimos en nuestra sociedad sobre si la tecnología es realmente positiva o negativa para nosotros.

Encontramos pocos giros inesperados en la trama de la película: un accidente crucial que carece de explicación, pero cuya elipsis no afecta al transcurrir de la historia. Todo ello acompañado de la música de Clint Mansell, repetitiva y por tanto en consonancia, que nos sumerge aun más en el film.

Hay algunas preguntas de libre interpretación que el director nos propone: ¿Somos capaces de vender nuestras vidas por contratos millonarios y permitir que se utilice para usos meramente comerciales? ¿Dónde queda la moral y la ética? ¿Estamos ante una sociedad de seres codiciosos que pierden los valores fundamentales, quitándoles a otros los suyos propios?

Como consecuencia, lo que se demanda tiene relación con una sociedad insegura, fruto de todo el engranaje tecnológico que transforma profundamente de raíz los valores que conocemos. Se cae en la locura con más facilidad, y la soledad es nuestro peor enemigo así como la razón de muchos de nuestros males. La deshumanización es un tema real que se percibe pero no muchos hablan. La película nos ayuda a plantearnos todos estos temas, y más que a posicionarnos de un lado u otro, a que seamos conscientes y responsables de nuestras limitaciones. Todo en exceso se convierte en algo peligroso y negativo para la sociedad.